viernes, 23 de agosto de 2013

HULA (Hospital Universitario Lucus Augusti)





Hace unos días visité por primera vez la faraónica obra del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) en Lugo. Al entrar en el aparcamiento se me vinieron a la cabeza recuerdos infantiles disfrutando del famoso helado Twister. La claustrofóbica espiral por la que el coche descendía pasando a centímetros de la pared se semejaba al recorrido que mi lengua hacía alrededor del escurridizo helado. Después de descender varios metros por fin llegamos al primer piso del párking pero el acceso por ese lado está prohibido. De nuevo sumergirse en otro mareante descenso hasta la siguiente planta. La primera sugerencia que se me ocurre es poner unas bolsas a la entrada del aparcamiento para aquella gente propensa a marearse. 
 
Aparcamos y subimos en el ascensor a la primera planta. Por cierto, Dios quiera que en el ascensor no tenga que ir una camilla y más de dos médicos porque dudo que quepan. Entonces se abre la puerta del ascensor y el esplendor inunda mis ojos, mi mente. Un enorme hall (y cuando digo enorme, imaginároslo aún más grande) como bienvenida al nuevo y moderno hospital lucense. Suntuosos techos que compiten en altura con los de cualquier centro comercial y espacios que ofrecen un espectacular sentimiento de grandiosidad, apacibilidad, sosiego... Por un momento llegas a olvidarte que estás en un hospital. 

Entonces esos señores de batas blancas corriendo de un lado para otro y la interminable cola en información y citas te devuelven a la realidad. Nos paramos delante de una de esas modernísimas máquinas en las cuales metes tu tarjeta sanitaria y te sacan tu cita. Me pregunto cuánta gente mayor se enfrentaría a uno de sus mayores dilemas delante de la dichosa máquina. Cuánta gente se sentiría frustrada al no entender lo que tenía que hacer y cuánta gente necesitaría ayuda e información y no la obtendría. 

Vamos al sitio correcto después de tantear imperiosos pasillos y después de la primera cita, nos dirigimos a la cafetería a desayunar. La cafetería, como no podía ser menos, presume de espacio, modernidad y majestuosidad. Un buffet enorme se presenta delante de nosotros. Cojo la bandeja y elijo mi desayuno. Sigo preguntándome cómo la gente mayor, con su bastón en una mano y su bolso en la otra, consigue llevar la bandeja, pero el proceso de modernización ha empezado su paso autoritario y firme. 

Mientras desayuno pienso en el hospital que me dejó con la boca abierta, y entonces me acuerdo de unas promesas que se hicieron y todavía no se han llevado a cabo. Me acuerdo de unas palabras que decían que en este moderno y maravilloso hospital se implantaría radioterapia, medicina nuclear y hemodinámica. Entonces también me acuerdo que las palabras se las suele llevar el viento al igual que una brisa hace volar mi servilleta derecha hacia el suelo. 

¿Por qué estos servicios aún no están disponibles? ¿Acaso no se dispone de la dotación tecnológica necesaria? ¿Acaso no hay profesionales disponibles? No, creo que por ahí no van los disparos. La infraestructura que se necesita está implantada, profesionales disponibles... ¿Qué es lo que hay por el medio? Como siempre, intereses políticos y económicos. Por desgracia cada vez está más ligada la palabra sanidad a la política. De hecho, podrían hacer la carrera medicopolítica junta, porque parece ser que muchos políticos entienden más de medicina que de derechos sociales, y parece que muchos médicos se tienen que someter a órdenes políticas absurdas. 

Y explico lo de absurdas: ¿Cuánto cuesta trasladar un enfermo desde el moderno y maravilloso hospital HULA a Coruña a hacer un catéter, en una ambulancia medicalizada con sus correspondientes sanitarios? ¿Cuánto cuesta trasladar un enfermo desde el sur de la provincia de Lugo, recorriendo toda la provincia para recoger a más enfermos y llevarlos a una sesión de 5 minutos de radioterapia a Coruña? ¿Cuánto cuesta pagarle a alguien que se puede trasladar por sus propios medios? ¿O cuánto cuesta entonces tener a esa persona ingresada todos los días de tratamiento porque queda demasiado lejos de su casa? Y cambiando de tercio, ¿qué hacen tantas y tantas camas vacías en el HULA mientras se están concertando camas con entidades privadas? Y si hiciese falta más dinero, los 5 millones de euros dedicados a las reformas del auditorio de Lugo, ¿no podrían esperar a cambio de tener una mejor asistencia sanitaria? Pero sinceramente, no creo que tenga mucho que ver el dinero destinado al auditorio con la falta de coherencia para gestionar el HULA. Esto respecto al ámbito económico, ya que parece que es lo único que interesa. 

Ahora si hablamos respecto a la comodidad de los pacientes: ¿Qué supone para alguien 3 horas y media de camino o 4 hasta Coruña, hacer su tratamiento, y otras tantas horas de vuelta para casa? Una persona que recordemos, si hace eso es porque tiene cáncer. ¿Qué supone a una familia ver que pueden perder a un familiar porque no ha llegado a tiempo a un tratamiento de hemodinámica en Coruña cuando podían tenerlo en Lugo? ¿Estoy haciendo demagogia? No, estoy preocupada por lo que se está perdiendo: dignidad de los pacientes. Cuando los intereses humanos primen por encima de los económicos o de los políticos, entonces dejaré de hacer mi “demagogia”. 

Ya con el café frío del desayuno regreso de mis pensamientos y salgo de la enorme cafetería del hospital HULA. Agudizando mi oído escucho quejas de pacientes sobre la nueva UCI. Las camas están colocadas alrededor de una sala central para las enfermeras, formando una U. Resulta que la gestión y organización de la zona no podría haber sido peor. Zona mal iluminada, necesitada constantemente de luz artificial, y en la cual las enfermeras, de noche, tienen que disponerse en forma también de U con sofás mirando para los pacientes porque la sala habilitada para ello no les deja ver apenas a ninguno. Recordemos que en la UCI los enfermos tienen que estar constantemente vigilados. También es gracioso que sólo hay baño en la sala de los pacientes más graves... Se ve que estaba mejor diseñada la UCI del antiguo hospital Xeral que la de el faraónico HULA. 

Pasando al lado de las escaleras mecánicas que comunican una planta con otra me acuerdo de una noticia que leí hace más de un año, poco después de inaugurarse el hospital en la que un hombre se había precipitado por ellas. Una persona mayor que acudía a una cita oncológica. Esas escaleras trajeron numerosas polémicas por su mal diseño.
Pero no todo es malo, en el siguiente enlace veréis un vídeo promocional del hospital donde os pone la cara buena de su diseño, y su gestión se antoja perfecta. También pongo un enlace con un artículo que explica toda la obra y la gran "organización" que se lleva a cabo en él. 


Mientras estoy en una sala de espera también gigante como el resto del edificio, leo la prensa. De nuevo las páginas se inundan con el juicio sobre el trágico accidente de Santiago y las nuevas imputaciones a jefes y responsables de Adif. Declaraciones de la Conselleira de Sanidad recuerdan la buena gestión que se hizo con los enfermos, y presume de que en poco más de 4 horas estaban todos en los respectivos hospitales. ¿Quién se va a quejar o a poner en duda la organización llevada a cabo? Pues sí, yo. Bueno, yo y las decenas de médicos, enfermeros y asistentes que esperaban en el hospital público Conxo (el más cerca al lugar del accidente) con todo preparado para la avalancha de enfermos que podían llegar, pero que nunca llegaron. En cambio muchos heridos (31) fueron trasladados al hospital privado de La Rosaleda y otros fueron derivados al hospital privado de Pontevedra!! ¿Quién tiene que pagar todas estas facturas de la gente que fue llevada al hospital privado en vez de al público por un capricho, de nuevo, político? Sí, todos nosotros. ¿Cuánto habría costado llevarlos al público? Muchos dirán que Conxo no dispone de servicio de urgencias, y es cierto. Pero sí dispone de quirófanos y de mucho personal para atender fracturas. De acuerdo que no se podían derivar enfermos que hubiera que estabilizarlos a vida o muerte. Pero la mayoría de los heridos eran traumatismos, esguinces y roturas, perfectamente atendidos en Conxo. ¿Entonces la gestión ha sido perfecta como presumen o en realidad hay un oscuro velo que nadie quiere desvelar?

Ya decidida a abandonar la majestuosa obra hospitalaria, pienso en un último deseo: que algún día los objetivos políticos no estén por encima de los derechos humanos. También recuerdo una frase de Edward Young que me gustaría impregnar en la mente de cierta gente: La dignidad comienza donde la jactancia acaba.

8 comentarios:

  1. Me parece un buen artículo, Noe, y te comento...
    Primero, yo cuando voy al hospital, es por necesidad, no para ver las espléndidas lineas arquitectónicas del edificio. Entiendo que un entorno sencillo y tal y cual pues, que te relaja, hace que no estés tan angustiado, etc, etc. Un entorno SENCILLO. Esto más bien es un moderno palacete con bufet incluído...
    No sé, igual es que tengo una mentalidad un poco anticuada y no entiendo todo esto de la necesidad de tantas modernideces estéticas en un hospital (y en otro tipo de instituciones, pero el tema de hoy es un hospital, no vamos a irnos por las ramas). Una cosa es que se te caiga el hospital a cachos, y otra muy distinta es hacer de él un templo...
    Por otra parte, tratando el tema económico...¿En cuántos millones saldría semejante construcción? Una gran y reconocida constructora (y no sólo a nivel nacional) + un país en crisis con gente que no tiene que llevarse a la boca + una deuda económica a nivel estatal de importante envergadura...¿Y cuántos más proyectos de estas dimensiones hay por el resto de España? Vamos a creernos por un momento que son altamente necesarios para que población viva dignamente (ya, claro ¬¬)... ¿De verdad que ésta es la magistral fórmula para solucionar el problema de España?

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  2. Hola Xiana. Antes de nada, un millón de gracias por comentar, que hace muchos meses que no recibo ningún comentario y siempre siempre vienen bien.
    Mi crítica realmente no iba por hacer un nuevo hospital, que bueno, está claro que podrían arreglar el antiguo Xeral y aguantaba muchos años más.
    Pero una vez que te embarcas en un nuevo hospital, carai, hacerlo bien. Que una enfermera no diga que era mejor la UCI del antiguo hospital que la del nuevo.
    No me parece mal que las nuevas infraestructuras estén dedicadas a sanidad o a educación, realmente el dinero de España no se "pierde" en este tipo de construcciones y este hospital se empezó a construir cuando había un gran esplendor económico. Era necesario tener la dotación tecnológica para unidades como radioterapia o hemodinámica, y por ello veo bien la construcción del hospital, pero ¿Dónde quedaron estas unidades? ¿Cuánto tenemos que esperar para gozar de ellas? ¿ A que la concesión privada que hay en Coruña llegue a su fin y así poder tenerla en Lugo?
    Estoy de acuerdo en que en España somos unos auténticos maestros en hacer proyectos fantasma (aeropuerto de Ciudad Real, de Huesca, de Castellón) en los que se han tirado millones y millones. Pero sabes la forma de recuperarlos? Haz pagar a todos los equipos de primera y segunda división sus deudas en vez de que paguen 90 millones por un jugador. Haz devolver a todos los que tienen en paraísos fiscales su dinero a España... Y entonces, con ese dinero, casi tocamos a un aeropuerto por español.

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  3. Noe, no pretendía criticar el hecho de hacer un nuevo hospital, y tampoco se puede pretender que recaiga sobre el Xeral todo el peso, ya que si queda lejos para los enfermos ir a Coruña, cuánto más ir Vigo! Entiendo que es necesario hacer un hospital, y por supuesto con esas nuevas tecnologías, pero por lo que he entendido de tu descripción, creo que con unas instalaciones un tanto más austeras sería suficiente. Austeras en el sentido de que para tener esas nuevas unidades, no hacen falta esos alardes estéticos. Lo que pasa es que aquí cuando se quiere hacer algo, se hace a lo grande para ver si conseguimos ser los primeros en algo, y no siempre se debe tener ese objetivo como primordial. Todas esas "mariconadas" que embellecen y estilizan el edificio no son más que costes que hacen aún más desorbitado el presupuesto. Y parece que esa, además, es la otra finalidad de estas construcciones, cuanto más 000 al final, mejor. Al final, la comodidad, el servicio que realmente necesita el paciente..., es decir, todo lo que es realmente importante en un hospital, es una mera escusa.
    Ya sé que no tiene mucho que ver, pero puedes mirar en el CUVI, que lo tenemos más a mano, Miralles, ¿qué tiene además de un par de premios (creo que inter)nacionales? Sinceramente, de belleza tiene poca y de servicio menos aún. A día de hoy ya me dirás para qué tenemos un centro comercial en una de las zonas más inaccesibles del campus. El dinero que invirtieron en ello, podrían haberlo hecho en investigación, en mejorar la formación del alumnado, en reparación de otras facultades, o incluso en el mantenimiento del campus. Pero se ve que eso no da tanto glamour y no se luce, lo que se busca es gastar dinero (y cuanto más mejor) en proyectos grandes sin sentido, olvidándonos de las necesidades básicas.

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  4. Si no te quito razón ninguna. Hay muchas obras si sentido, y soy la primera que en esta entrada he criticado la majestuosidad del edificio que no va acompañado de un servicio de calidad. Por cierto, el Xeral, me refiero al antiguo hospital que había en Lugo, no al de Vigo, que me faltó concretarlo.
    Gracias de nuevo por comentar, que es la forma de que este blog vaya creciendo y de ver que tiene algún seguidor que otro.

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  5. conozco perfectamente el hospital y por eso hago unas puntualizaciones. Hay varios aparcamientos. Al que tú fuiste era para visitas. En el de urgencias desde el helipuerto (que hay pero no se ve desde la entrada) se accede directamente a la sala de urgencias. Allí no hay problema para atender a nadie. El aparcamiento del personal está precisamente debajo de la zona de urgencias. Y a los aparcamientos se accede en amplios ascensores, algunos son solo para uso del personal.
    Las escaleras mecánicas no son para gente mayor o con problemas de movilidad, hay ascensores para moverse por el edificio pero es lógico que la gente no lo sepa o no se informe.

    Esa amplia entrada que tanto te llamó la atención tiene unas enormes lámparas de diseño... cada una costó 9.000 euros (hay más de 10).
    toda el ala derecha del hospital es para el personal, zona técnica (la que está cerca del monte de cima de vila)
    El hula tiene la pre instalación para ofrecer medicina nuclear, se proyectó así. Muros de hormigón armado y en esa zona están hasta cubiertos suelos paredes y techo de plomo. Si no están los equipos instalados (si hay el equipamiento energético y tecnológico de telecomunicaciones instalado) será por motivos políticos o clínicos.

    Es una pena que no vieses el pasillo de más de 600 metros que hay en la última planta (no accesible al público) recorre todo el hospital y llega de un extremo al otro.
    saludos

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  6. Se ha de reconocer que todo lo expuesto en es realmente cierto y que los intereses políticos pesan bastante a la hora de decidir donde se invierten nuestros impuestos.
    Pero debemos ver la parte positiva de todo ello; equiparando esos nuevos servicios a los tiempos presentes. Que esos grandes espacios son media terapia para los pacientes, pues en el Xeral los virus pululaban muy satisfechos de expandirse a sus anchas.

    O caso e teren espacio dabondo, que por fin teñamos algo de que presumir os lucenses, e os galegos; que malo sera que cando escampe este caos politico, non teñamos xa onde curarnos en saude. Pero tamen colle a sátira dunha bicicleta.
    https://www.youtube.com/channel/UCpu7hTlzAJUD-_PjjiBZCZg

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