viernes, 29 de marzo de 2013

Una de mis películas favoritas es la sonada: En busca de la felicidad.
No es una película que ganara ningún Óscar, tan sólo fue nominado Will Smith como mejor actor, pero es una película que a día de hoy me sigue emocionando cada vez que la veo. Cada palabra, cada frase y cada gesto es una lección de superación, lucha y emoción.
A veces nos empeñamos en buscar la felicidad alcanzando nuestra última meta, nos frustramos por no conseguirla y desistimos de seguir luchando. Buscamos la felicidad a veces a través del dinero e incluso muchas veces buscamos que alguien nos tienda un papelito con los pasos para ser feliz.
Pues bien, demagógicamente podría deciros que el dinero no da la felicidad... pero sinceramente, a mi parecer es una frase un tanto incompleta; efectivamente, no da la felicidad, pero ayuda. Sin dinero en un mundo globalizado, capitalista (no a modo despectivo), y que se mueve únicamente con $, difícilmente podrás ser feliz si no posees su motor, pero así de caprichoso es el dinero que te quita la felicidad, pero tampoco te la da.
Por otro lado como decía, tratamos de luchar para conseguir nuestra última meta, por ejemplo, en mi caso, acabar mi carrera. Si nos proponemos eso como única meta, sólo nos espera un camino de frustración que posiblemente haga que no lleguemos o que si lo hacemos, estemos demasiado quemados para disfrutar de nuestra victoria. Para mi, el truco está en ponerse metas mucho mas pequeñas: trato de levantarme cada mañana y pensar qué tengo que hacer ese día, cuales son mis objetivos y cuales mis metas, a nivel diario, semanal o incluso mensual. Una meta diaria puede ser ir a la piscina, una meta semanal puede ser estudiar un tema determinado, y una meta mensual puede ser hacer un trabajo. Si ese día he ido a la piscina, he conseguido mi objetivo! Y debo repetírmelo en mi cabeza: he logrado una de mis metas de hoy, puedo conseguir lo que me propongo.
Puede parecer muy peliculero esto, puede sonar a lo que todo el mundo nos dice pero que después nadie hace... Pero es muy sencillo, reconfortante y para mi, el truco de llegar a ser feliz. Los seres humanos nos movemos por motivaciones, por autoestima y por orgullo (sano) entre otras cosas. Si estimulamos estos tres aspectos cada vez irán creciendo y nuestra confianza aumentará, haciéndonos felices no sólo en la ultima meta (que también hay que tenerla), sino en cada paso que vamos dando para conseguirla. Disfruta las pequeñas cosas porque son las que componen el 99% de nuestra experiencia vital, aprovecha las oportunidades que la vida te brinda y recuerda que te hará feliz aquello que tú consideres que te hace feliz.
Pues en esta película, como el título indica, un hombre busca la felicidad sacando adelante una situación realmente complicada, pero sin dejar de luchar. ¿Lo conseguirá?
Aquí os pongo un fragmento de la película, que sirve de ejemplo de como es el resto. No os la perdáis.

En futuras entradas, dentro de unos días, hablaré de esa misteriosa artista, hablaré de tecnología con fecha de caducidad y hablaré de la famosa y catastrófica burbuja inmobiliaria.

5 comentarios:

  1. Tus palabras, tan sabias como siempre :)

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  2. Boa reflexión Noelia. :-). Escribes xenial.

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  3. Viendo que esta película es tan buena y transmite tan buenas enseñanzas, ya sé cual tiene que ser la próxima que vea!

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  4. Esta reflexión me ha llevado a recordar un vídeo que hace unos meses me mostró un amigo,te dejo el enlace para que lo disfrutes http://www.youtube.com/watch?v=mB4ItrJIdig&feature=youtube_gdata_player

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  5. Pues tienes razón. Hoy mi gran meta es acabar mi carrera para sentir que puedo volar con alas propias. Sin embargo, tras leerte me quedo pensando y me doy cuenta que no sé cómo me sentiré el día que lo consiga... Por lo pronto tu compañía y alegría contribuyen a esa felicidad diaria y a alcanzar la tan deseada meta. ;-)

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