Obsolescencia programada

Hoy escribo una entrada que ya anuncié hace tiempo, el famoso término de obsolescencia programada que se empieza a poner de moda, especialmente en la tecnología.

¿Qué significa?

A bote pronto, que nos tomen por tontos las compañías para obtener beneficios antes de lo que deberían. Científicamente, es la planificación previa por parte del fabricante para que un objeto o un servicio deje de ser útil en una fecha determinada (siempre fuera de garantía obviamente) y así el usuario tenga que adquirirlo de nuevo. Sí, eso no es una leyenda, lo hacen.

¿Cómo lo hacen?

Pues muy simple, introduciendo piezas defectuosas en objetos como lavadoras, televisores, ordenadores, impresoras, pilas, teléfonos... en las cuales el arreglo no compensa frente a la adquisición del mismo producto nuevo!

¿Por qué lo hacen?

Evidentemente, en el mundo de creciente consumo en el que nos movemos,  no mola una bombilla que dura miles de horas... no es rentable... por eso, hay que activar la demanda acortando la vida útil de los productos. Nosotros pensamos que es normal que se estropee pronto y adquirimos otro. Aunque realmente muchas veces no hace falta que se estropee, a nosotros mismos se nos antoja un producto más actualizado cuando sale al mercado y desechamos lo que tenemos y todavía funciona, pero eso ya no es tema de obsolescencia programada...

Consecuencias

No sólo hay consecuencias económicas que permiten a las empresas lucrarse, sino que hay graves consecuencias medioambientales también, por culpa de la cantidad de residuos que se generan. Para que os hagáis una idea, en un solo día se generan 7 mil millones de kg de desechos (no de residuos sólidos urbanos) en el mundo.  

Más abajo os dejo un enlace a un documental sobre este tema, donde vemos que un usuario tiene que tirar su impresora porque dejó de funcionarle misteriosamente y el arreglo es demasiado caro. Sin embargo consigue encontrar un chip que al hacer un determinado número de impresiones anula a dicha impresora y lo resetea, ¡consiguiendo de este modo arreglar su impresora y dejarla como nueva!

 Comprar, tirar, comprar

Esta entrada fue cortita porque el tiempo entre semana es mucho más limitado. Sigo comiéndome las uñas esperando por mi primito Xesús. Dentro de unos días hablaré sobre el futuro negro de las pensiones y trataré de explicar lo que nos cobran en una factura de la luz (no prometo no equivocarme), y también trataré de explicaros cuáles son para mí los pecados capitales.

 Muchas, muchas gracias a todos los comentarios, no me canso de repetirlo y espero que este espacio os siga gustando a aquellos que me leeis! Un abrazo!